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La Congregación de Religiosas Oblatas de los Corazones Santísimos de Jesús y María, es un Instituto religioso de Derecho Pontificio dedicado a la propagación del Reinado social de los Corazones Santísimos de Jesús y María en los pueblos y naciones a través de diferentes obras de apostolado. Fuimos fundadas por el Venerable Padre Julio María Matovelle en la ciudad de Cuenca – Ecuador el 8 de abril de 1892.

La Congregación de Religiosas Oblatas de los Corazones Santísimos de Jesús y María, es un Instituto religioso de Derecho Pontificio dedicado a la propagación del Reinado social de los Corazones Santísimos de Jesús y María en los pueblos y naciones a través de diferentes obras de apostolado. Fuimos fundadas por el Venerable Padre Julio María Matovelle en la ciudad de Cuenca – Ecuador el 8 de abril de 1892.

“Imitar la vida de Hostia y de Inmolación que llevó nuestro Señor Jesucristo, desde su encarnación hasta su Ascensión triunfante y que continúa aún en la tierra, en el adorable Sacramento del Altar; en el cielo, a la diestra del Eterno Padre”. Carisma recibido del Espíritu Santo, a través de nuestro fundador,  Padre José Julio María Matovelle.

Nuestro Carisma

Espiritualidad

La espiritualidad de la Congregación está fundamentada en la Santísima Trinidad. Ha de adorarse en Ella a la Augusta Persona del Padre, como el término último de todas las adoraciones; a la Persona del Hijo, como el altar de todos nuestros sacrificios, y en quien y por quien únicamente son aceptables ante Dios nuestras ofrendas; y, a la Persona del Espíritu Santo, como el fuego divino que ha de consumir todos nuestros holocaustos.

Misión

Somos una Congregación dedicada a la santificación de sus miembros, mediante la vivencia de los consejos evangélicos y la Promesa de Reparación, que tiene por finalidad la extensión del Reinado social de Cristo en los pueblos y naciones, con el servicio en la educación integral de niños y jóvenes; así como a través de las misiones, pastoral de conjunto y el desarrollo de proyectos sociales que logren minimizar la desigualdad en la realidad social.

Vida fraterna

Vivimos la fraternidad con alegría y cercanía, insertas en medio del pueblo sencillo de Dios, permaneciendo fieles a nuestra identidad evangélica y religiosa mediante la oración, el silencio y el trabajo de cada día.

Virtudes características

Caridad y sacrificio.

Está expresado en las siglas O.A.D. “Por amor de Dios” debiendo las hermanas realizar todas sus acciones en respuesta al amor de Dios.

Nuestro Lema